El mundo desde mi mac

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lunes, 30 de julio de 2012

Presidenciales 2012: Nagorno Karabaj vota por Nagorno Karabaj

La Shahumian Hraparak es la principal plaza de Stepanakert y seguramente donde los escasos autobuses de turistas que llegan a la ciudad hacen su primera parada. Un numero de extranjeros que no ha parado de crecer desde que hace escasamente dos años el gobierno armenio se decidiese a entreabrir las puertas del territorio al turismo foráneo.

El dinero generado por el turismo asegura a las arcas del gobierno dirigido desde el 2007 por Araik Haroutyunyan unos ingresos extras en una época de crisis económica global mas acuciada en el caso del país caucásico. Turistas (20.000 en el 2011) especialmente americanos y europeos que llegan a un país, independiente de facto, que teóricamente sigue perteneciendo a una Azerbaiyán musulmana pero que la cristiana Armenia controla desde 1994.

Una republica de 140.000 habitantes que acaba de celebrar unas elecciones presidenciales donde Bako S. Sahakyan ha sido reelegido para un segundo mandato de cinco años. Seguirá ocupando el Palacio de la Presidencia, en una zona de la ciudad repleta de afrancesados edificios gubernamentales que coinciden con una arquitectura colonial y que si no fuera por el continuo trajín de militares por los alrededores nos haría pensar en cualquier capital de provincia armenia. El resto de la ciudad, con sus anchas avenidas, edificios grises y carteles en cirílico y armenio nos recuerdan la época en la que Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán permaneció bajo dominio soviético cerca de 60 años.

Han pasado 20 años de la desaparición de la URSS, pero los habitantes de esta Republica siguen siendo muy rusófilos, porque ven en Moscú el mejor aliado frente al peligro islamista que para ellos encarna Azerbaiyán. Al igual que para sus hermanos los armenios, la fe cristiana es una seña de identidad del país y los monasterios e iglesias salpican el territorio formando parte de su paisaje.

Una iglesia que no tardo ni 24 horas en felicitar la reelección de Sahakyan loando las cualidades de este como gobernante en un comunicado digno a los que nos tiene acostumbrado Corea del Norte. Sanakyan reelegido con el 67% de los votos, además del apoyo por parte de la iglesia, ha contado con el favor del primer ministro y de sus partidos aliados y de Serzh Sargsyan presidente armenio y uno de los fundadores de Nagorno Karabaj o Republica de Artsakh. Hay que tener en cuenta también que la falta de una cultura política y un enfoque diferente de los procesos electorales han podido orientar el voto hacia la candidatura encabezada por el presidente saliente-entrante.

Sanakyan se ha enfrentado a dos candidatos, Vitali Balasanyan, diputado y ex viceministro de Defensa y Arkadi Soghomonyan rector de la Universidad Nacional Agraria de Armenia. Valery Khachatryan cuarto candidato y ultimo en las encuestas retiro su candidatura días antes de celebrarse las elecciones.

Vitali Balasanyan era desde el principio el único de los opositores que tenia alguna posibilidad de hacerle sombra a Sanakyan, como han demostrados los resultados, con casi un 33% de los votos. El líder opositor ha presentado un programa electoral basado en una amplia reforma del sistema fiscal, la acuciante necesidad de reducir las trabas burocráticas que impiden una mayor inversión a las empresas extranjeras y sobre todo un plan para aliviar al país del estrangulamiento económico en el que se ve inmerso por el conflicto que mantienen Armenia y Azerbaiyán y la propia Nagorno Karabaj con los azeríes que rodeas los 4400 km de su geografía.

Sanakyan ha sabido utilizar a su favor todos los resortes del Estado durante la campaña electoral. Además entre el electorado ha pesado mucho mas el factor nacionalista frente a las arengas provenientes de Alíyev e incluso del régimen iraní, que el económico, a pesar de que la economía del país se sostiene desde hace años con el dinero proveniente de la diáspora y las aportaciones del ejecutivo de Ereván.

Bako S. Sanakyan, abogado, pero sobre todo un hombre curtido en el campo de la Seguridad y la Defensa, tiene por delante cinco años muy duros. Las sanciones económicas del régimen de Aliyev, los mas de 100.00 refugiados de etnia armenia que viven fuera del país, el respeto a los Derecho Humanos entre las minorías, especialmente la azerí y las hostilidades fronterizas que se producen a diario, entre otros muchos mas.

Y mientras tanto las negociaciones entre Ereván y Bakú para dotar de un estatuto definitivo a la republica siguen estancadas, con Occidente cada vez mas del lado Azerbaiyano.
Las reservas del gas que los europeos ven como alternativa al ruso  y un fondo soberano de 30.000 millones de dólares son suficientes razones para no llevar la contraria al régimen antidemocrático de Ilham Alíyev. Y los deseos y expectativas de los 140.000 habitantes de Nagorno Karabaj por construir un país nada tienen que hacer frente al proyecto del gasoducto TANAP.


Los focos y las luces de Eurovision han puesto a Azerbaiyán en el mapa mental de millones de europeos, pero han silenciado por mucho tiempo el conflicto de la Republica de Artsakh.


























jueves, 26 de julio de 2012

Ghana, otra Africa si es posible: Los retos del sucesor de John Atta Mills


John Atta Mills, “el maestro”, murió repentinamente el pasado 24 de julio. Apenas cumplidos los 68 años, nos dejaba el jefe de Estado de Ghana y uno de los lideres mas respetados del continente; a la altura de aquellos que él tuvo como modelos para la acción política, como fueron Nelson Mandela, Julius Nyerere y Kwame Nkrumah, líder de la independencia ghanesa.

John Atta Mills, presidente de un país africano con la mitad de superficie de España y un PIB similar al de Castilla La Mancha, se ha codeado a lo largo de su mandato con los principales lideres internacionales. Desde Ángela Merkel a Obama, pasando por el chino Wen Jiabao, que al igual que para otros países africanos representa crédito y obras publicas. Algo que no está al alcance de la mayoría de los líderes africanos.

Pero Atta Mills era presidente de Ghana, el segundo país del mundo que mas creció después de Catar en el 2011; con 220.000 barriles de petróleo brotando de sus aguas, es un oasis de estabilidad política al que Occidente quiere convertir en modelo a seguir para sus vecinos del Golfo de Guinea.

Desde 1992, el país ha disfrutado de una estabilidad política envidiable, en una región marcada precisamente por lo contrario. Costa de Marfil, Liberia o Nigeria son claros ejemplos de ello. Desde hace dos años con Atta Mills gobernando el país, el despegue económico ha llevado a Ghana a la portada de muchos periódicos de páginas sepias. Portadas que hablan de hoteles de lujo, puertos deportivos y tiendas de marca.

Un desarrollo económico que ha dado lugar al surgimiento de una clase media que se ha ido expandiendo alrededor del barrio de Osu, cerca del palacio presidencial. Profesionales independientes y artistas en una zona de Accra, en plena revitalización urbanística.

Pero también hay otra Ghana; la que no ven los líderes extranjeros cuando visitan el país. La Ghana que queda en manos de John D. Mahama, hasta ahora vicepresidente, y que ocupará la presidencia de manera interina hasta que se celebren las próximas elecciones dentro de cinco meses.

Un país de 24 millones de habitantes, repartidos a partes iguales entre cristianos y musulmanes, de los cuales casi tres siguen viviendo en chabolas y con miles de niños (50.000 solamente en la capital) explotados laboral y sexualmente.

Si bien los índices sociosanitarios y educativos han dado un salto cuantitativo en los últimos años. La política aplicada desde el ministerio de salud, dirigido por S.K Bagbin, ha sido reconocida desde todas las organizaciones internacionales y los datos son claros: un plan de vacunación que ha alcanzado al 94% de los menores de dos años, la reducción a la mitad de la mortalidad  entre los menores de cinco y de las mujeres que mueren en el parto. Ademas de la mejora en los datos en la lucha contra el SIDA.

Si el nuevo gobierno que salga de la urnas sigue el camino emprendido por Atta Mills, en 2015 Ghana es firme candidato a alcanzar uno de los objetivos del milenio, la reducción a la mitad del nivel de la pobreza. Un nuevo gobierno que saldrá de las elecciones que se celebren el próximo mes de diciembre y en las que los ghaneses elegirán al sucesor de Mills.

El gubernamental NDC tendrá que elegir un nuevo candidato, después de que Mills fuera reelegido con el 97% de los votos para encabezar el cartel electoral. Seguramente su rival en las primarias, Nana A.K Rawlings, vuelva a presentar su candidatura. Enfrente, el NPP de Akufo-Addo, el partido del elefante, la versión ghanesa del Partido Republicano americano, con un programa electoral basado en el manifiesto presentado en 2008. Y entre la derecha y la izquierda el CPP, un partido bisagra, liderado por Samia Nkrumah, hija del líder de la independencia ghanesa, con un programa electoral en el que constantemente se hace referencia a la necesidad del “panafricanismo”.

Aunque el país es un oasis de estabilidad económica y política, el sustituto de Mills en las urnas tiene que enfrentarse a importantes retos. El mas grande, cómo manejar los ingresos provenientes del oro negro, evitar el mal holandés. Una cuestión de Estado a negociar con la oposición. Combinar crecimiento y sostenibilidad, la cada vez mayor diferencia económica entre el Norte y el Sur, el problema de los refugiados marfileños, una mayor inversión en educación (especialmente en formación profesional) y en innovación y la necesidad de que la mujer participe cada vez mas en la política y en la económica del país, son solo una pequeña parte de los problemas a los que tendrá que enfrentarse la presidenta o presidente que salga elegido de las urnas el próximo mes de diciembre. Un difícil papel de sustituir a alguien tan carismático como fue John Atta Mills.

























martes, 24 de julio de 2012

Pranab Mukherjee, el hombre que habla al oído a la política india, nuevo presidente.

Cuando suba las escalinatas del Rashtrapati Bhavan ya no le hará falta alzarse en un taburete para ser visto. Pranab Mukherjee, bengalí de 76 años y apenas 152 cm de altura, llegará al cénit de una carrera política que empezó hace cuatro décadas.

Es su oportunidad de dejar atrás la frustración -públicamente reconocida- que le produjo no ser nombrado primer ministro en 2004. Sonia Gandhi  presidenta del Partido del Congreso, vetó su nombramiento por miedo a que hiciera sombra a la familia mas poderosa de la política india.

Y aunque Mukherjee es un hombre de la total confianza de los “Kennedy indios”, no era la primera vez que su carrera política se veía coartada por éstos. En 1984, nada mas fallecer Indira Gandhi, el ahora presidente electo indio se postuló ante su hijo Rajiv para sustituirla como primer ministro interino. El paso de Mukherjee no gustó nada a la familia Gandhi, que durante tres años le mantuvo fuera de la elite del poder del Partido del Congreso y nombraba a Rajiv, sucesor de su madre.

El que será presidente de la democracia más grande del mundo va a sustituir a Pratibha Patil, la primera mujer en ocupar el cargo y de la que se puede decir que ha pasado por él, de puntillas, manteniendo un perfil bajo al que no están acostumbrados en el pais. Patil se va del cargo siendo una desconocida para la mayoría de los habitantes del país  a pesar de su medio siglo de dedicación a la política.

Tal y como se presenta la política india en los próximos años, el presidente está llamado a desempeñar un papel mucho mas influyente que el que le confiere la constitución. En 2014, se celebran elecciones y el papel de los partidos regionales complica cada vez mas la formación de gobiernos estables. El rol del presidente será fundamental a la hora de llegar a acuerdos entre partidos de muy diferente signo político político y religioso.

Pranab Mukherjee lo ha sido todo en la política india. Puede hacer gala de una experiencia como pocos otros, dentro del partido que viene dominando la política india desde su independencia. Ha ocupado durante décadas un puesto en todos los gabinetes formados por el Congreso Nacional Indio. Ministro de casi todo, ha tenido enfrente la dura oposición de los nacionalistas del BJP, que aun así le ha dado el papel de interlocutor con el gobierno y ha mostrado siempre su respeto y un reconocimiento que ha negado al primer ministro Singh y a los demás miembros del gabinete.

Llega a la Presidencia desde el ministerio de finanzas, donde se ha dejado parte de ese capital político que le hará falta para afrontar los años de turbulencia política y económica que se avecinan en India.

Él ha sido, junto al primer ministro Singh, el impulsor de una política económica que ha convertido a la India en una potencia económica. Durante años, el país ha crecido a un ritmo de dos dígitos, las exportaciones han llenado el mercado mundial de productos indios, ha florecido una clase media que en 2025 llegará a suponer el 40% de la población y la inversión en I+D han convertido al país en una potencia en el campo de la sociedad de la información.

Pero este ministro, que concluyo la presentación del último presupuesto nacional con una cita de Hamlet, tenia enfrente de la tribuna a una oposición poco dispuesta a escuchar nada que viniera del príncipe danés y sí en cambio a que citara a Dhirubbhai Hirachand Ambani, presidente de Reliance, importante grupo industrial indio. Los nacionalistas del BNJ, el Partido Comunista de la India, el Bahujan KIsan Dal y la oposición en general esperaban que el ahora presidente aclarase sus amistades peligrosas con el empresario. La prensa llevaba tiempo desvelando presuntos tratos de favor desde el ministerio de finanzas y desde el gobierno hacia las empresas del industrial bengalí.

Esperaban también que el que se disponía a abandonar el ministerio, encargado de manejar la economía de 1.200 millones de habitantes, aclarase cómo va a acabar con una corrupción endémica que afecta a todos los niveles de la administración india y que dificulta la inversión de empresas extranjeras en el país.

Pero no solo era la oposición la que esperaba, sino el propio pueblo indio, también lo hace con respeto a su papel desde la presidencia ante el nuevo ciclo económico que en breve llegará a la India. Después de 20 años hacia arriba, los índices empiezan a bajar o por lo menos a mantenerse y además el país se divide en dos. El desarrollo se centra en las ciudades, ha sido en las áreas urbanas donde se han concentrado los sectores industriales y de servicios, el capital y la inversión en infraestructura.

Desde el ministerio que Mukherjee ha ocupado estos tres últimos años apenas se ha invertido dinero en el desarrollo del sector primario y en las áreas rurales del país sus habitantes siguen viviendo en la mas absoluta pobreza. Además, ha habido una falta total de criterios de protección ambiental en la actividad económica, el crecimiento siempre se ha favorecido por encima de la sostenibilidad. Y si son muchos los retos económicos que India tiene por delante, y a los cuales Pranab Mukherjee tendrá que ayudar desde las colinas de Raisina, los políticos no lo son menos.

El Congreso Nacional se enfrenta dentro de dos años a unas elecciones que tiene muy difícil ganar, con un BNJ adelantado en las encuestas y con unos partidos regionales cada vez mas en auge. Si las encuestas no se equivocan, Sonia Gandhi espera que Mukherjee haga valer sus dotes como negociador o sus prerrogativas constitucionales para que el primer ministro acabe saliendo de las filas del partido que preside.Y este tiene nombre: Rahul Gandhi. También como su antecesora en el cargo se verá en la disyuntiva de vetar o no leyes de carácter religioso propuestas por los nacionalistas del BNJ y de mediar en conflictos entre las diferentes castas de la sociedad india.

Pranab Mukherjee se convertirá en el decimotercer presidente de la India y tiene por delante el reto de presidir un elefante con pies de barro.












miércoles, 18 de julio de 2012

Elecciones en el Congo: El sátrapa siempre gana


El Congo Brazzaville celebra estos días elecciones legislativas. Dos millones de votantes están llamados a las urnas para elegir 140 diputados de la Cámara Baja del país. Es la primera ronda, donde aquellos diputados que no salgan elegidos por mayoría absoluta tendrán que acudir a una segunda vuelta el 5 de agosto.

La excolonia francesa, con 10 millones de hectáreas en manos de empresarios surafricanos (una tercera parte del territorio) está desde 1979 y, de una manera mas o menos ininterrumpida, en manos de Denis Sassou Nguesso (23 de Noviembre de 1943) que tiene el honor de pertenecer a esa lista de sátrapas africanos, coleccionistas de mansiones y vehículos de lujo en Francia, mientras su pueblo se muere de hambre.

El país está a la cola en índices sociales y educativos, mientras Sassou Nguesso y su familia se reparten los beneficios que aporta ser el quinto productor africano de petróleo.Y parece ser que no es lo único que se reparten, porque a pesar de los sesenta observadores de la Unión Africana (UA) y de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) estas elecciones tienen viso de ser un auténtico fraude, como lo fueron las anteriores del 2007. Aquel año, el Partido del Trabajo del presidente y sus partidos afines consiguieron casi la totalidad de los escaños, después de que la oposición, principalmente la UPADS y la UDR sufrieran un enorme varapalo con tan solo 12 escaños y de que otras fuerzas menores boicotearan las elecciones.

Cinco años después, parece que la historia vuelve a repetirse. La oposición y varias ONG se han quejado de la falta de acceso a los medios de comunicación estatales durante la campaña y del uso abusivo que a su favor ha hecho el gobierno. Un 90% de los mensajes electorales difundidos han sido de miembros del partido oficialista.

Con dinero proveniente de las arcas del Estado, se ha financiado al Partido de los Trabajadores y se ha comprado el voto de los jóvenes, un sector de la población muy castigado por el desempleo. Sassou Nguesso tenía que asegurarse una nueva mayoría y para ello no ha reparado ni en gastos ni en trampas. Un límite constitucional pone fin a su mandato en el 2016, pero con una mayoría de tres cuartos en la Cámara baja, se abriría camino la posibilidad de una enmienda constitucional y la reelección.

En mi opinión, los comicios solo servirán para que las cuentas de Sassou Nguesso sigan engordando y para un relevo político dentro del partido oficialista Partido Congoleño del Trabajo (PCT), cuyos líderes se repartirán las migajas que les deje la “famille”.













lunes, 16 de julio de 2012

Liechtenstein Sociedad Anonima


Liechtenstein, ese país de fonética impronunciable para la mayoría de los españoles es un pequeño principado enclavado entre Austria y Suiza. Un país de cuento, regido por un monarca todopoderoso como los de los cuentos. Un Estado de apenas 160 km, cuyo sistema político se asemeja al feudalismo medieval.

El principado es una de las 10 monarquías constitucionales que se mantienen en Europa. Aunque oficialmente su jefe de Estado es el príncipe Hans Adam II, éste delegó hace menos de un lustro en su primogénito Alois, todas sus responsabilidades diarias. Responsabilidades tales como nombrar los jueces, nombrar o destituir a los miembros del ejecutivo, conceder medidas de gracia o vetar cualquier ley que apruebe el gobierno.

Y aun así, el pasado 1 de julio, un 76% de los súbditos (no tienen rango de ciudadanos) votaron a favor de mantener los poderes cuasi absolutos del monarca. Para el segundo país mas rico del mundo, cuyo PIB se sustenta con un 30%  de dinero de procedencia incierta , apoyar a la Casa Real significaba apostar por la estabilidad económica, teniendo en cuenta que el monarca es propietario del LGT, el mayor banco del país, que emplea a 1.500 personas en un estado de tan solo 36.000, y una cantidad ingente de empresas y terrenos. El paraíso fiscal donde no existe la prima de riesgo, ni el paro, la familia real es el mayor de los negocios y no están dispuestos a perderlo.

Pero la historia de este referéndum empieza hace mas de un año. En Liechtenstein las mujeres no pudieron votar hasta 1984 y es un país gobernado por un monarca ultracatólico, donde un grupo de ciudadanos logró el suficiente número de firmas para someter a referéndum una ley que despenalizara el aborto en las primeras 12 semanas de gestación. El príncipe amenazó con vetar cualquier ley aprobada en tal sentido. Una vez mas, el consejero delegado de esta empresa llamada Liechtenstein se salía con la suya. Pero esta vez, se encontró con unos trabajadores respondones, que no estaban dispuestos a dejar de luchar. La plataforma a favor de el aborto decidió plantear otra consulta para acabar con la potestad del monarca de deshacer leyes a su antojo.

Su eslogan de campaña “Sí, para que tu voto cuente” se enfrentaba a uno muy propio de otra época y de otros regímenes. “Por Dios, el Príncipe y la Patria”. Alois, el príncipe heredero, amenazó durante la campaña con abandonar su cargo y hasta con el exilio en Viena, una especie de deslocalización donde institución y negocios van de la mano. Algo con lo que su padre ya amenazó en 2003, acusado de despotismo.

Solo un 24% de los ciudadanos han apostado por la democracia frente al amor a Su Alteza Serenísima. Mientras la “primavera árabe” colma las aspiraciones democráticas de los ciudadanos de países como Túnez, Marruecos o Egipto, en Europa la democracia ha entrado en crisis, en algunos casos por  políticas económicas ineficientes e injustas y en otros porque la prosperidad se antepone a la libertad.


















Congreso del Ennahda: entre el Corán y la primavera


“Quiero tranquilizar al pueblo, el país está en buenas manos”. Estas fueron las palabras con las que Rached Ghanuchi, líder del Ennahda, inauguraba el primer congreso que la formación celebra en Túnez en 24 años.

El partido del primer ministro Hamadi Jebalha ha congregado en la capital tunecina a toda la internacional islamista, moderados y radicales. Han venido delegaciones de todos los países árabes a un acontecimiento muy simbólico para la historia del país y para todo el mundo árabe. Da fe de ello los mas de 500 periodistas tunecinos y extranjeros acreditados para la ocasión.

El congreso se celebra en un contexto de tensiones políticas y religiosas y con una grave crisis social y económica. Los alrededor de 1.100 delegados tienen por delante la difícil tarea de llegar a un equilibrio entre las dos grandes orientaciones en las que está dividido el partido.

Si alguien pensaba que Hamadi Jebalha podía ser el Erdogân tunecino estaba muy equivocado. El “neolaicismo” del primer ministro turco no es un modelo a seguir para él; aun así, el primer ministro representa el ala mas moderada de los islamistas. Aboga por la islamización del Estado a paso lento, utilizando la política de lluvia fina que acabe por calarlo todo.

Enfrente, otra corriente con apoyo de gran parte de la base del partido, mas radical que la dirección del mismo, que aboga por la aplicación inmediata de la Sharia y empezar ya la yihad contra todo aquello que ellos consideran un símbolo occidental. Son un sector del partido de tinte neofascista que manipula el Corán, vinculado a grupos salafistas magrebíes y que recibe ayuda económica de las monarquías de la península arábiga. Aunar sensibilidades promete ser tarea difícil; Rached Ghanuchi el “Jeque” deberá ejercer, una vez mas, como ese líder capaz de aglutinar a las diferentes corrientes.

Bajo la presidencia del ministro de Salud, Abdellatif Mekki, los congresistas reunidos este fin de semana tienen que enfrentarse a varias cuestiones mas y no menos importantes:¿movimiento o partido? Cambiar el método de elección de sus lideres?, ¿qué tipo de sistema institucional proponen?, ¿parlamentario o presidencial?, ¿hasta dónde se puede ceder en las futuras alianzas con los partidos no religiosos?

Se avistan elecciones en un horizonte no muy lejano, así que es tiempo de cerrar filas; el aplazamiento de los conflictos y la continuidad de los lideres del partido. Salvo la incorporación de algún que otro nombre que ha conocido el exilio, la actual ejecutiva de los islamistas contará con muy pocas caras nuevas. Pase lo que pase en este congreso, habrá un antes y un después, al menos para Túnez.































jueves, 12 de julio de 2012

Argelia, 50 años sin visos de primavera


En la ciudad francesa de Evian-les-Bains, se firmaron el 18 de Marzo de 1962 los acuerdos de alto el fuego, que marcarían el inicio de la independencia de Argelia de los franceses, ocupantes de su territorio desde 1830. Dos referéndums mediante y tras un periodo de gobierno provisional dirigido por Ferhat Abbas, el pasado 5 de Julio Argelia accedía a la independencia y Ahmed Ben Bella era elegido el primer presidente del nuevo Estado africano.

El Frente de Liberación Nacional se convertía en partido único de un régimen presidencialista que apostaba por el socialismo autogestionario, el nacionalismo económico y un islamismo moderado. En política exterior se integraba en el grupo de los países no alineados que surgió tras la conferencia de Bandung en 1955.

El FNL tenia por delante la difícil tarea de poner en marcha una nación, de un territorio maltratado duramente por Francia durante los años que perduró la colonización, de dotar al pueblo argelino de una identidad muy desdibujada por el proceso de asimilación que sufrieron por parte de los franceses.

Económicamente los franceses expoliaron todas las riquezas naturales argelinas, además de las tierras. La colonia se hace con los mejores terrenos del país y los obreros agrícolas son sustituidos por la máquina. La población rural emigra a la ciudad, donde acaba convertida en esclava de los empresarios franceses: Los argelinos se ven obligados a buscar en Francia los empleos que Francia les niega en Argelia.

Francia dejó en manos del FLN un país sumido en la extrema pobreza, con un 80% de la población analfabeta y una salud pública inexistente. Durante los años que el país permanece bajo el dominio francés, a los argelinos se les niega el derecho al uso de su propio idioma y usa la religión para mantener al pueblo bajo control. En Argelia, Francia no puede permitirse ser Republicana en cuestión religiosa; eso queda reservado para la metrópoli.

Antes de obtener la independencia, varias fueron las veces que el pueblo argelino creyó había llegado el momento de crear una nación libre; la respuesta francesa siempre fue la represión brutal: la insurrección de Constantine se saldó con 45.000 argelinos muertos o desaparecidos.

La guerra de Argelia que condujo a la independencia acabó con 500.000 muertos, sin el reconocimiento de ambas partes respecto al uso de métodos de represión y tortura; como describía un titular de la época con una herencia de “miseria” que podía ser la explicación de muchos de los hechos que han ocurrido a posteriori.

Es el principio de la historia política de un país cuyo presente se enfrenta un futuro incierto. Después de las revueltas producidas en los países vecinos, las autoridades argelinas prometieron una primavera a la argelina, tranquila, sin violencia, muy distinta de las imágenes que llegaban desde Túnez o El Cairo. La oportunidad llegaba con las elecciones legislativas de mayo. Las novedades que iban llegando desde el gobierno nos hicieron creer que Argelia apostaba por una transición pacifica: se aceptaban observadores extranjeros, supervisión judicial, urnas trasparentes, cuota femenina y legalización de partidos políticos.

Sin embargo la “primavera argelina” pronto se quedó sin brotes; lo que tardaron en darse el resultado de las elecciones. El Frente de Liberación Nacional (FLN) y el Reagrupamiento Nacional Democrático (RND) conseguían una mayoría absoluta mucho mas abultada que la conseguida cinco años atrás que incluso les permitía prescindir de su aliado islamista en el gobierno. El Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) y los islamistas más ortodoxos de Abdellah Yaballah, ilegalizados hasta ahora, eran los únicos partidos de la oposición que aumentaban en escaños. La izquierda se estancaba y la mayor sorpresa vino con los resultados obtenidos por la Alianza de una Argelia Verde (AAV), coalición de tres fuerzas islamistas.

Los islamistas de la AAV se daban por ganadores desde hacía semanas, pensando que el país seguiría la estela de los países vecinos. Pero no fueron los únicos que protestaron; desde la izquierda, Luiza Hanun, la Secretaria General del Partido de los Trabajadores, acusó de al gobierno de amañar los resultados en beneficio del FLN. Partidos políticos y organizaciones sociales, como sindicatos, periódicos y otros movimientos que llamaron al boicot de las elecciones se vieron reivindicados después de las mismas y creen que la única alternativa que le queda al pueblo argelino es seguir el ejemplo de Túnez o Egipto.

Está claro que en el proceso electoral, aunque validado por los observadores extranjeros y refrendado por las felicitaciones llegadas desde la antigua metrópoli, el resto de Europa y los EEUU persisten ciertas lagunas que hacen imposible dar por buenos los resultados. En un sistema proporcional como el argelino una mayoría tan abultada como la del FLN se hace imposible. En segundo lugar, el desgaste del gobierno sólo afecta al socio menor del gobierno, los islamistas del MSP; mientras, el FLN y el RND son premiados con mas votos y mas escaños.En tercer lugar, sorprende aún más el caso del FLN cuanto el partido sin el que no se entendería la historia argelina se encuentra desde hace mucho inmerso en una lucha interna entre diferentes corrientes y un comité central muy dividido. En cuarto lugar, el resultado obtenido por los partidos de izquierda FFS y PT más algunos partidos menores hubiera sido mucho mayor, de no haber existido esta presunta manipulación de los resultados electorales. Y por ultimo, desde el Ministerio del Interior se negaron a que los partidos pudieran estar en el escrutinio provincial y nacional; se les negó el acta electoral a los observadores extranjeros, además de alguna que otra deficiencia mas que proyectan una sombra sobre la nueva asamblea y sobre todo, sobre la verdadera voluntad democrática de Bouteflika.

Con estos resultados, no se puede decir que haya motivos para la esperanza. Es cuestión de tiempo de que acabe produciéndose una explosión social. Será la sublevación popular la que tenga que poner fin a un régimen que ha basado sus reformas en consolidar su status quo.



lunes, 9 de julio de 2012

Elecciones en Timor-Este, entre la inseguridad y la esperanza


Hace 12 años nacía la República de Timor Oriental o Timor-Leste, después de  400 años de colonización lusa y un cuarto de siglo de ocupación indonesia. Xanana Gusmao, que al igual que otros mandatarios actuales había sido un importante cabecilla de la guerrilla que luchó por la independencia y por los derechos del país, se convirtió en el primer presidente de un Timor libre.

Gusmao ocupó la presidencia hasta 2007 y desde entonces es primer ministro del país. En aquel momento, fue candidato a las elecciones legislativas por un partido, el Congreso Nacional para la Reconstrucción de Timor Este (CNRT), hecho a su medida.

Ramos-Horta, Nobel de la Paz y Presidente de la República (el país se rige por una Constitución calcada a la portuguesa) decidió designarle Jefe de Gobierno a pesar de que había sido el Fretilin, la fuerza política que más escaños había conseguido en las legislativas. Una coalición con otras dos fuerzas menores le permitieron jurar el cargo en medio de una violencia callejera brutal, donde fueron quemados varios edificios que albergaban agencias gubernamentales y diferentes ONG internacionales. Los seguidores del Fretilin protestaban así por lo que consideraban un fraude electoral, creyendo que eran ellos los que tenían que formar gobierno.

Cinco años mas tarde, Xanana Gusmao ha revalidado su cargo en las elecciones que se celebraron el viernes y en las que su partido, aún a falta de resultados definitivos ha conseguido 30 escaños y se queda a nada de la mayoría absoluta en la Asamblea.

El Fretilin, el partido que había ganado todas y cada una de las elecciones celebradas hasta ahora queda relegado a un segundo puesto con 25 escaños.
Las mayores sorpresas de estas elecciones han sido la entrada en el legislativo del Frente Mudança, con 2 escaños tras superar el mínimo del 3 % de los votos, y la desaparición de la escena política del Partido Social Demócrata, Acçao Democrata Timorense y los comunistas de Coligaçao Aliança Democrática.

El país, siguiendo el modelo noruego, creó un Fondo del Petróleo, que consistía en invertir el dinero obtenido de ese recurso y gastar sólo las ganancias conseguidas, eso sí de una manera sostenible. Una Ley dejaba muy claro lo que se podía retirar del Fondo y para qué se destinaría; la  Ley de Ingreso Sostenible Estimado (ISE) era la manera de garantizar que las generaciones venideras tuvieran las ayudas necesarias en educación o sanidad.

Pero a lo largo de la legislatura, el gobierno de Gusmao ha hecho uso varias veces de una cláusula legal para incrementar las aportaciones del Fondo al presupuesto del Estado.Y si bien es verdad que parte del dinero se ha invertido en proyectos de infraestructuras, educativos o de salud, ha habido indicios de corrupción en el manejo del mismo. Petróleo y corrupción han ido de la mano en los últimos años, según han denunciado varias organizaciones no gubernamentales y desde el banquillo de la oposición.

Por eso mismo, el tema energético  es un problema que el nuevo gobierno de Gusmao tendrá que poner en su lista de prioridades. El país necesita invertir en energías mas limpias y se necesitan aclarar todas y cada una de las licitaciones que se concedieron a la explotación de los yacimientos de gas y petróleo a empresas chinas, con tecnología antigua y altamente contaminante. Y porque con la tecnología china, también llegaron trabajadores chinos y los empleos que se reservaron los timorenses fueron puesto de trabajo poco cualificados y peor pagados. Esto en un país con unos índices de paro cercanos al 30%.

A la corrupción y al paro hemos de sumarle los índices alarmantes de pobreza en los que vive un 40 % de la población del país, el abandono de las zonas rurales, enfermedades que se han convertido en endémicas, la malnutrición y una mortalidad durante la maternidad propia de países africanos. Y todo esto en un país que económicamente está creciendo a un ritmo de dos dígitos.

El nuevo gobierno tiene cinco años por delante para corregir el rumbo de su modelo económico y hacerlo mucho mas sostenible. Un país que crece a ese ritmo no puede permitirse seguir manteniendo esos índices sociales. Y por supuesto, debe emprender una reforma de la administración timorense que acabe con todo signo de corrupción que haya en la misma.

Espero que el espíritu de lucha por su pueblo y el carisma que acompañó a Xaxana Gusmao durante sus años en la guerrilla aparezcan de nuevo y no defraude a un país que ha vuelto a depositar sus esperanzas en aquel que fue el primer presidente del Timor-Leste.







viernes, 6 de julio de 2012

Peña Nieto, de la "dictadura perfecta" a la "democracia imperfecta"

El México que ha votado por Peña Nieto no es el mismo México que, hace doce años, desalojó del poder al PRI y que ahora se lo devuelve. Este es un país hoy, con casi 12 millones de pobres más, con un sistema educativo cada vez en un nivel más bajo en el Informe PISA, una economía que crece cada vez menos y con un saldo de 50.000 muertos en una guerra contra el narcotráfico totalmente errática.

Ese México que ha abandonado al PAN que ha gobernado los últimos doce años y que ha repartido sus votos entre una izquierda, encabezada con mucho éxito, por López Obrador y Enrique Peña Nieto, candidato priista, ganador de la contienda y futuro presidente de los Estados Unidos de México.

Enrique Peña Nieto (Atlacomulco, Estado de México, 1966) el hombre encargado de devolver el poder al PRI pertenece a la tercera generación de una de esas familias que lo han sido todo en la formación que gobernó el país durante 70 años. Esos dinosaurios de la política mexicana que lo hicieron con guante de hierro, permitiendo que la línea que separa partido-Estado fuera del todo invisible para sus intereses. Su futuro seguramente fue diseñado ya desde que estaba en el vientre de su madre y fue criado con esmero para ser gobernador; y, de ser posible, Presidente.

Su vida privada es digna de cualquier telenovela que tanto gustan a las mexicanas y mexicanos: viudo, hijos fuera del matrimonio y casado en una segunda boda con una actriz de culebrones. En un país como el nuestro donde la vida privada de los candidatos se mantiene en la intimidad y no influye a la hora de acudir a las urnas, resulta chocante hablar tan abiertamente de la vida privada del presidente electo mexicano. Pero ni el candidato se entendería sin ella, ni la política mexicana es la misma.

Se supone que fruto de la influencia que la televisión tiene en su vida, ésta ha acabado convirtiéndose en una de sus mayores plataformas a la hora de conseguir el voto y promocionar su imagen. En un país donde millones de personas viven de las fantasías de las telenovelas, Enrique Peña ha sabido vender su vida como un cuento de hadas hecho realidad y convertirlo en votos.Y con Televisa, la primera cadena de televisión del país azteca a su servicio, todo ha sido mas fácil.

Pero paradójicamente sigue siendo un desconocido para muchas y muchos mexicanos, incluso para esas y esos que le han votado. Ideológicamente termina sin definirse; ha sabido atraer el voto de los desencantados de la derecha y de votantes de izquierda desengañados con los que ellos consideran el radicalismo de López Obrador o por las luchas internas de los “perredistas”. Su único dogma es el pragmatismo y lo apuesta todo a los resultados.

Gobernador del Estado de México durante los últimos seis años, a lo largo de la campaña electoral ha vendido sus supuestos logros en el cargo, pero ha querido pasar por alto hechos tan graves como la condena a 52 policías de abusar sexualmente de varias mujeres detenidas durante una revuelta popular. Las denuncias de violación de los derechos humanos también se han acumulado durante su sexenio al frente del EDOMEX. A todo esto tenemos que unir una economía que no crecía lo suficiente, con altos índices de desempleo y desigualdad social y un pésimo manejo de todo lo relacionado con el Medio Ambiente y la sostenibilidad; un crecimiento urbano desordenado, modificación del paisaje rural, sobreexplotación de los recursos acuíferos o una contaminación galopante. Por el contrario, ha mantenido unas excelentes relaciones con las elites empresariales y con la Iglesia Católica.

El nuevo presidente mexicano es un hombre ambicioso, autoritario y buen negociador, siempre que resulte beneficioso para alcanzar cuotas mas altas de poder. Un tecnócrata neoliberal a favor de la menor intervención del Estado en la economía y el aumento de las privatización. Aunque muy falto de formación intelectual, como quedó demostrado en la Feria del libro de Guadalajara cuando confundió autores y obras. Hay que reconocerle ser de esa clase de hombres, no se si inteligentes o lo suficientemente listos, como para llegar a donde quieren sabiendo deshacerse a tiempo de todos sus enemigos. Ha sabido hacerse con el control del PRI, quitando de en medio a varios barones que le hacían sombra o que se habían convertido en un lastre para esa nueva imagen que del partido quieren vender Peña Nieto y su equipo. También ha sabido rodearse de gente muy capaz para sus propios intereses, aunque dudo mucho que éstos vayan a coincidir con los de esos 60 millones de pobres de México.


domingo, 1 de julio de 2012

Presidenciales islandesas, Grimsson o la victoria de la vieja-nueva política


Es el país del sol de medianoche, de las auroras boreales y de los géiseres, el de Arnaldur Indrioason, Björk o Eiour Guojohnsen. Pero también, el país donde en 2008 los tres principales  bancos del país quebraban; donde, por primera vez, un primer ministro se sentaba en el banquillo, acusado de negligencia grave por su gestión de la crisis económica y donde los ciudadanos rechazaban por dos veces pagar por los errores de esos mismos bancos y políticos. Y ayer celebró elecciones presidenciales.

El ganador ha sido Ólafur Ragnar Grimsson, elegido para un quinto mandato.
Presidente desde 1996, Grimsson se ha impuesto frente a la favorita en todas las encuestas, la presentadora de televisión y periodista Thóra Arnórsdóttir; era mi apuesta personal. Elegir a Arnórsdóttir hubiera situado a dos mujeres en los escalafones mas altos del poder ejecutivo, junto a la primera ministra Jóhanna Sigudardóttir. Una manera de completar la cuadricula del poder femenino en Islandia.

Una mujer, la islandesa, que se ha adueñado de los ámbitos del poder que mas importancia tienen después del colapso económico sufrido por el país, el Gobierno, la banca y las empresas. Hasta el 2008 y como han reconocido muchos analistas y políticos de la isla la forma de ser y de hacer en el sector financiero… era una cultura de jóvenes varones, donde se exaltaban las nociones mas estereotipadas de la masculinidad.

Esos mismos varones que se echaron la culpa los unos a los otros de la bancarrota del país. Esos mismos varones que, en una especie de revolución, fueron sustituidos en sus cargos por mujeres. La igualdad de la que se disfrutaba en el hogar y en el trabajo, que situaba al país como uno de los primeros de la clase en todos los índices al respecto, llegaba por fin al ámbito de la política y de la economía.

Pero ha ganado la veteranía de un político como Grimsson, que ha sabido darle la vuelta a la campaña electoral. El presidente electo ha recogido el voto de todos aquellos que recuerdan su veto a las leyes del parlamento para indemnizar a ahorradores extranjeros por la quiebra de los bancos nacionales; le consideran una especie de “justiciero” pero han olvidado que es el mismo presidente que durante años apostó por la expansión e internacionalización de los bancos islandeses. También, y rebasando sus competencias de carácter puramente representativo durante la campaña, se ha manifestado en contra del ingreso del país en la UE y ha basado su campaña en el NO a Europa. En un país tan sensible a todo lo que venga de fuera,Grimsson ha sabido tocar la fibra sensible del electorado.

La victoria de Thóra Arnórsdóttir habría sido la victoria de la renovación total de la política islandesa y de entender lo que de unificador tiene el papel de la presidencia en este país. Pero el Alopex Lagopus de la política islandesa, no estaba dispuesto a ponérselo fácil.