El príncipe Salman es el nuevo heredero del trono saudí. Ha cubierto el
hueco dejado por la muerte del príncipe Nayef. El fallecido que fue nombrado
heredero al trono en octubre era ministro del Interior desde 1975 y pertenecía
al sector mas inmovilista de la familia real, sobre todo en todo en aquello en
lo que concernía a las mujeres.
Su apoyo a la Comisión de la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio
fue incondicional. Siempre se declaro en contra de la participación de estas en
el Consejo Consultivo, una cámara sin ningún poder legislativo real y además se
oponía entre otras a que las mujeres condujeran o a la participación de la
mujer en la vida publica, en una tergiversación y manipulación del Islam que
hacen muchos gobernantes árabes. Sus simpatías hacia el ultraortodoxo islam
wahabí también le hizo ser implacable con los chií y fue uno de los líderes
saudíes que mas apoyaron el envió de tropas a Bahréin para reprimir las
manifestaciones de su población, mayoritariamente chií en contra de la
Monarquía absolutista y a favor de la democracia.
Salman el nuevo heredero y medio hermano de Abdalá ha sido nombrado para
ocupar el cargo con una rapidez que ha sorprendido y que revela el deseo de la
familia saudí por proyectar una imagen de continuidad y estabilidad, en medio
de las revueltas que agitan al mundo árabe y que de momento no han sacudido los
cimientos del reino, aunque si han empezado a moverlos.
Desde febrero se producen manifestaciones de familiares de presos detenidos
sin juicio y las protestas de los chiíes en la Provincia Oriental se han
convertido en habituales desde Marzo. Abdalá y su familia, no pueden
arriesgarse a un vacío de poder teniendo en cuenta el desapego con el que su
aliado EEUU dejo caer a los que eran sus aliados, Mubarak y Ben Ali.
Salman, será ademan viceprimer ministro y mantendrá la cartera de Defensa,
cargo que asumió a la muerte de Sultán en Octubre pasado. Hasta entonces había
sido gobernador de Riad. Con su llegada al ministerio de Defensa, aumento
también su influencia, porque le dio control sobre un presupuesto de casi
51.000 millones de euros que el gobierno saudí pensaba gastarse en armas este
año.
Considerado menos reaccionario que el fallecido heredero, sigue
perteneciendo al clan de los duros, si es que hay algún sector moderado en la
familia de los Al Saud. En un cable diplomático de EEUU publicado por Wilileanks
argumentaba en contra de la introducción de la democracia en Arabia Saudí.
Dudo mucho que Salman sea el monarca que por su propia iniciativa acabe con
los privilegios y el status quo de la familia real saudí y traiga al país la
democracia. Pero mas tarde o mas temprano, Rihad tendrá su propia plaza de
Tahrir.
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