El mundo desde mi mac

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sábado, 25 de agosto de 2012

Paul Ryan: Es el Tea Party, estúpido.



El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Rommey anunciaba la semana pasada que Paul Ryan, héroe ideológico de la ultraderecha norteamericana, era el elegido como su aspirante a la vicepresidencia. El lugar de la presentación, Norfolk, Virginia, frente al portaaviones USS Wisconsin. Como si se tratara de una metáfora de la campaña electoral que nos espera.



El mayor impulsor de la candidatura de Ryan ha sido el Tea Party, un movimiento anti-sistema y anti-Washington, con una bases muy críticas con los centros de poder político y con los políticos en general, que ha obviado que el compañero de fórmula de Rommey es un profesional de la política, un veterano del Congreso y de la capital federal norteamericana, donde lleva desde sus tiempos de estudiante.



Los del Tea Party, exactamente igual que el Partido Republicano, con los que comparte la mayor parte de su ideario político, están en contra del derecho al aborto, de la reforma sanitaria, de los colectivos sindicales y de todo lo que suene a público. Pero los ultraconservadores reprochaban a Rommey y a los suyos que hubieran dejado de lado la economía para centrarse en estas causas sociales.



Con el congresista por Wisconsin en el ticket de la candidatura republicana, el Tea Party convierte la política fiscal y los recortes al gasto del gobierno en el eje principal de la guerra electoral. El predicamento económico de Ryan es extremadamente popular entre las bases del movimiento ultra y tiene el potencial de movilizarlas como no lo hubieran hecho otras candidaturas consideradas menos ortodoxas por los grupos de presión-económicos, financieros y mediáticos-afines a la ultraderecha norteamericana.Tim Pawlenty exgobernador de Minnesota o Susana Martínez gobernadora de Nuevo México que estuvieron en la terna, fueron descartados. La Americans For Prosperity quería a uno de los suyos


Nació en 1970 en una familia de clase media alta de Janesville, Wisconsin y se licenció en Economía y Ciencia Política en la Universidad de Miami, Ohio. A diferencia de muchos de sus correligionarios y del propio Obama, Ryan no es un hombre de la elite de la “Ivy League”. En 1991, recién Licenciado, llegó a Washington para trabajar en el Capitolio como becario en la oficina del senador republicano Bob Kasten. El desde hace un tiempo habitual de la exclusivas conferencias de los hermanos Koch-dueños de la segunda compañía privada del país- recuerda continuamente que durante sus años al lado del senador por Wisconsin tuvo que compaginar varios empleos para poder subsistir, entre ellos el de camarero o el de entrenador personal. Está claro que ni servir tortillas ni recoger toallas sudadas no despertaron ninguna conciencia social en Ryan.

Cuando Kasten perdió las elecciones, pasó a trabajar para Jack Kemp como redactor de discursos; mas tarde, en Emporwer América, organización creada por el antiguo jugador de la NFL y embrión de la actual FreedomWorks. Para entender a Ryan es necesario entender al líder moral de los supply-siders, al que el candidato a la vicepresidencia considera su mentor en política, aunque sus opiniones en cuanto a impuestos, recortes y el papel del gobierno no siempre fueran coincidentes.

En 1999, con 28 años, ganaba su propio asiento en el Congreso norteamericano por el primer distrito de Wisconsin. Lo hacía representando a esa parte del electorado que cree que América es un país fundado sobre un ideal y que los derechos de sus ciudadanos vienen de la naturaleza y de Dios y no del Gobierno. El discurso tuvo lugar en los juzgados de la ACLJ (American Center for Law and Justice) de la que Ryan es uno de sus principales asesores.

En los primeros años en la Cámara de Representantes Ryan no destaca, vota lo que manda el partido, que incluye el sí a dos guerras, Irak y Afganistán con un coste de 1, 3 billones de dólares para las arcas americanas-por no hablar del costo humano-. En 2006, cuando los republicanos pierden el Capitolio, Ryan es nombrado líder de la minoría conservadora en el Comité de presupuestos y empieza a posicionarse entre los republicanos, que aun así un año después votan mayoritariamente en contra del primer presupuesto que presenta, al considerarlo demasiado radical.

Es en 2008, cuando Ryan empieza a ser conocido para los votantes americanos.Vota a favor del plan de rescate financiero presentado por George Bush, que después de ser revisado en el Senado es aprobado en el Congreso con 108 votos negativos de la bancada republicana. Ryan cumplía las órdenes de sus amigos los banqueros y además sin traicionar a sus compañeros del emergente, Tea Party, que mayoritariamente echan la culpa de la crisis de las hipotecas al Congreso, no a los bancos. Una doble pirueta reflejada por Michael Moore en su película, Capitalismo: Una historia de amor.

En 2009, Obama presenta su plan de reforma sanitaria y entonces llega el momento de Ryan.Su oposición radical al proyecto y un discurso de guerra en contra de la Affordable Care Act ( nombre oficial de la Ley) y en especial del “mandato individual”, auténtica obsesión del Tea Party, pronto le convierte en un líder entre el electorado del movimiento ultra. La “Obamacare”, como despectivamente la llaman los republicanos, declarada constitucional por el Tribunal Supremo hace apenas dos meses, le sirvió a Ryan para escalar a los primeros puestos en el escalafón republicano.

El resto lo hizo la Casa Blanca.El presidente y los suyos le otorgaron la condición de adversario y terminaron por convertir a Ryan en un símbolo para el partido republicano. En 2010, los republicanos recuperaron el control de la Cámara de Representantes con un buen número de congresistas del Tea Party en sus filas, que pronto se convirtieron en un constante dolor de cabeza para los líderes conservadores. La propuesta presupuestaria de Ryan, apacigua a los ultraconservadores, pero convierte a Ryan en el enemigo a batir por parte de La Casa Blanca. Se convierte en la diana donde Barack Obama clava sus dardos en contra de los planes republicanos en materia fiscal. De ahí, al apoyo total de las bases republicanas, solo había un paso.

Creo que estas elecciones los demócratas acabaran arrepintiéndose de haberle dado tanta fama; la estrategia fue errónea, sabiendo que la propuesta del congresista, su razón de ser desde 2007, nunca llegaría a ningún sitio -para suerte del pueblo americano- con una minoría republicana en el Senado y el veto seguro de Barack Obama.

Una propuesta tan radical, de la que hasta Rommey trata de distanciarse en la campaña electoral, de su número dos. Una campaña electoral, mucho mas interesante desde que conocimos el nombre del vicepresidenciable. Y aunque no debemos olvidarnos que el rival es Mitt Rommey, tampoco que su segundo, Paul Ryan, no es Sarah Palin.



































































miércoles, 15 de agosto de 2012

Macao: Entre mafias, lujo asiatico y oropeles


Hoteles de casi 300 metros de altura con paredes de piedras semipreciosas que reciben a los huéspedes con alfombras de seda valoradas en cientos de miles de euros. Otros, no tan altos, pero igual de espectaculares, con formas imposibles y dorados deslumbrantes; hasta una copia al detalle de la plaza San Marcos de Venecia, con mas de 3.000 habitaciones, cientos de comercios y canales con góndolas y gondoleros. Hoteles de lujo en cuyos bajos lucen tiendas de Dior, Channel o Gucci. Pero sus clientes no son mujeres con Hiyab, ni hombres con Kandora, porque esto, aunque se le parezca, no es Dubái. Estoy hablando de Macao, República Popular China.

Un territorio de apenas 29 km (casi la mitad ganados al mar), colonia portuguesa hasta 1999, desde entonces región administrativa especial de China y el único lugar del país en el que el juego es legal. Los casinos han trasladado a la ciudad el espíritu de las Vegas y los 34.000 millones de dólares de facturación, solamente del año pasado, han transformado por completo el paisaje urbano de la ex colonia, convirtiéndola en una copia, no olvidemos la capacidad de los chinos para la imitación, de las capitales emiratís.

Eso sí, una copia mafiosa de la ciudades del Golfo. El furor comenzó en 2002, cuando el gobierno puso fin al monopolio sobre el juego que durante 40 años tuvo Stanley Ho, empresario de la industria en Hong Kong y Macao. El sector era abierto a la competencia extranjera y en apenas dos años, MGM, Galaxy o Las Vegas Sands inauguraban mas de 15 casinos.

En Macao, con un casco viejo reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad, se mezclan con total naturalidad los tics de la china mas profunda con la herencia cultural recibida de mas de 450 años de dominio portugués, convirtiéndose en pocos años en un gran parque de atracciones. Un parque temático del juego que el año pasado atrajo a cerca de 28 millones de visitantes, el 60% proveniente de la China continental. Con casinos que funcionan durante las veinticuatro horas, que ha transformado a la antigua A-Ma-Gao (La bahía de Ama) en una ciudad que nunca duerme. Decenas de joyerías, funcionan también sin interrupción, para aprovechar las ansias compradoras de aquellos a los que acompaña la suerte en medio de la noche.Y no son pocos los que optan por dejar sus ganancias en saunas y establecimientos de masaje de lujo, muchas veces bajo la apariencia de karaokes. Pero también son muchas las prostitutas -la mayoría proveniente de la China continental- que rondan a la caza de los clientes que han tenido suerte ese día. Jóvenes reclutadas en las provincias del interior, como Henan o Anhui, con niveles de vida muy inferior a los que se disfruta en las provincias costeras. La mafia les promete un empleo en cualquiera de los casinos y cuando llegan a Macao les retiran el pasaporte y son obligadas a prostituirse para pagar el derecho de entrada al territorio. Esa misma mafia es la que trafica con droga, blanquea dinero o explota a trabajadores extranjeros que introducen en el territorio de manera irregular. La semana pasada y bajo el nombre de Operación rayo, sufrió un duro golpe policial en un ejercicio conjunto llevado a cabo por las fuerzas de seguridad de Guangdong, Hong Kong y Macao.

En Pekín es donde se toman todas las decisiones importantes que afectan a Macao, por encima del estatuto que le confiere ser una Región Administrativa Especial, basada en el principio “un país, dos sistemas”. Allí saltaban las alarmas después de que en las ultimas semanas fueran asesinadas tres personas, de que el responsable de un casino recibiese una paliza y de un robo a un importante prestamista e inversor. La ola de violencia traía a la memoria de los dirigentes chinos, los enfrentamientos entre las triadas que sacudieron la ex colonia portuguesa a finales de los noventa. Ejecuciones, incendios, coches bomba, causaban decenas de muertos poco antes de que el territorio pasase a soberanía china.

La recesión económica mundial que ha ralentizado el crecimiento chino, también se ha dejado notar en la ex colonia lusa, aunque en menor medida. Y desde el continente siguen apostando por el crecimiento económico del territorio –ósea, del juego-. Desde los ministerios de Seguridad que dirigen Meng Jianzhu y Geng Huichang se ven obligados a marcar las delgadas líneas rojas que las mafias no pueden atravesar. El gobierno necesita demostrar que está haciendo algo para que la situación no se descontrole, pero sin demasiado ruido, ni con titulares que afecten al progreso económico. El resto del tiempo, funcionarios de seguridad de la RAE se dedicarán a mirar hacia otro lado, cuando no a jugar al bacará con dinero de esa mismas mafias.

Pero la mafia que rodea al juego en Macao - que aporta el 70% del presupuesto del gobierno - no es el único problema que ha tenido que afrontar la ex colonia portuguesa en los últimos tiempos. Macao ha duplicado su territorio en pocos años, para lo que ha necesitado de una mano de obra que no tenía. Mas de 200.000 trabajadores del continente han tenido que ser contratados para la construcción de hoteles y casinos en terrenos ganados al mar. Trabajadores llegados de provincias del interior que pasaban a depender de unas leyes laborales distintas a las chinas y que pronto levantó las objeciones de Pekín.

Y con la construcción, llegaba la especulación. Los precios de los terrenos, de las viviendas y de los alquileres crecieron en proporción a las ganancias de los casinos. El precio de las casa ronda una media de 6.000 euros el metro cuadrado y es urgente la construcción de viviendas publicas, con casi 18.000 personas en las listas de espera. El medio ambiente es otro de los grandes problemas que debe afrontar el gobierno de Sai On en los próximos años, con unos niveles de polución que han alcanzado niveles alarmantes en los últimos años y una planificación del territorio muy poco sostenible.

Pero la margen derecha del rio de las Perlas también tiene un yang con el juego. La llegada de los establecimientos trajo mas empleo, mejores sueldos y una mejora de la calidad de vida para los locales. Además, gracias a los ingresos de los impuestos a los casinos, la educación es gratuita hasta llegar a la universidad y los servicios de salud son considerados entre los mejores de Asia.

China se enfrenta a importantes y no pocos retos en los próximos años. Macao, a los suyos propios: una economía sostenible que no se base única y exclusivamente en la industria de la ruleta, lograr que una de las mayores pasiones del pueblo chino, el juego, no sea sinónimo de violencia o mantener el equilibrio de fuerzas entre el PCC-Partido Comunista Chino- y la autonomía que le otorga su estatuto de Región Administrativa Especial.

















































viernes, 3 de agosto de 2012

Serbia; Un futuro gobernado por el pasado

Serbia es como un ex preso que camina continuamente por la delgada línea roja que separa el bien del mal. Por un lado se esfuerza en demostrarse a si misma y a los demás su plena rehabilitación y reinserción en la sociedad. Por otro, juega constantemente con el peligro y la posibilidad de tirar por la borda lo conseguido durante años de encierro.

En mayo se celebraban unas elecciones presidenciales en las que se daba por hecho la continuidad del socialdemócrata Boris Tadic, líder del Partido Democrático y salía vencedor Tomislav Nikolic, un ultranacionalista disfrazado de populista, líder del Partido Progresista Serbio (SNS), escisión del Partido Radical Serbio (SRS).Y el pasado viernes, Ivica Dacic, presidente del Partido Socialista, ministro del Interior desde el 2008 y portavoz de Slobodan Milosevic durante la guerra de los Balcanes, era elegido primer ministro.

En las presidenciales, muchos serbios fueron a votar con la sensación de elegir entre lo malo y lo peor. Tadic, reformista, proeuropeo y Jefe del Estado desde el 2004 era lo malo. Nikolic, conservador, europeísta converso y en su día aliado del omnipresente en la política serbia, aunque falleciese hace ya seis años, Slobodan Milosevic, representaba lo peor.

Pero la lucha electoral se centro exclusivamente en la crisis económica que sufre Serbia. Una tasa del paro cercana al 24%-con un dinar depreciado cerca del 30% y una deuda creciendo por encima del 15%- logro eclipsar al conflicto territorial de Kosovo y antes los ojos del electorado, convertir a Nikolic en un respetable líder derechista. Y lo peor se impuso a lo malo. Pero no hay que olvidar que el Jefe del Estado de los casi diez millones de serbios, fue durante muchos años, mano derecha de Vojislav Seselj –ocupando interinamente su puesto durante cinco años-presidente de los radicales y desde el 2003 detenido y acusado por el TPIY por crímenes de lesa humanidad.

El éxito del SNS en la urnas era doble. Con 58 escaños se convertía en la primera fuerza parlamentaria de una Asamblea Nacional de 248 miembros. Aunque el autentico vencedor de las elecciones parlamentarias fue el Partido Socialista Serbio que con 25 escaños, diez escaños mas que hace cuatro años, se convertía una vez mas en arbitro de la situación.

Ivica Dacic líder de los socialistas ya le había arrancado a Tadic la promesa de convertirle en primer ministro si revalidaba su cargo, a cambio de su apoyo en la segunda vuelta. Pero la Constitución serbia a quien otorga poder real es al gobierno y no al jefe del Estado y con Tadic perdedor, los hombres de Nikolic no tardaron en ofrecerle a Dacic el puesto al que tanto tiempo llevaba aspirando.

Dos meses después y tras 12 horas de acalorado debate, 142 votos afirmativos confirmaban a Dacic como jefe de gobierno, pero sobre todo permitían a los ultranacionalistas alcanzar todas las esferas del poder serbio. Todas las dudas-aunque dudo que nadie las tuviera-de las intenciones de el SNS de tener el autentico control del ejecutivo, fue el nombramiento del numero dos de los progresistas, Aleksandar Vucic como primer viceprimer ministro y ministro de Defensa entre otras atribuciones.

Vucic, ex alcalde de Belgrado, no es recordado entre los serbios-y entre los medios de comunicación nacionales e internacionales tampoco-por el tiempo que estuvo como regidor. Aparte de ser uno de los máximos dirigentes del Partido Radical Serbio antes de pasarse a las filas de Nikolic, fue ministro de Información de Milosevic y artífice de la famosa y polémica Ley de Información que lleva su nombre. Todos los canales de televisión extranjeros fueron retirados de las redes por cable dejando a la Radio Televisión Serbia como la única fuente de noticias en el país. Muchas cadenas de radio, entre ellas la famosa B92 o Radio 21 fueron clausuradas e introdujo multas para los periodistas independientes que hablasen en contra del gobierno, obligando a muchos a huir del país.

Con unos dirigentes con semejantes antecedentes es razonable que Europa ponga en cuarentena al nuevo Gobierno serbio. Desde Nemanjina, sede del gobierno serbio, la coalición encabezada por Dacic tendrá que convencer con políticas reales que su llegada al poder no es una vuelta a la década de los noventa, al nacionalismo del pasado.

Al dirigente socialista le va a resultar muy difícil controlar un gabinete en el que muchos de sus miembros-en el que solo hay cinco mujeres en un ejecutivo de 18-arengaban desde los atriles de los mítines electorales en contra de la Unión Europea y a favor de una Serbia bajo el paraguas de la Rusia de Putin.

No solo la Unión Europea como institución, si no todos los europeos tenemos que estar inquietos ante el rebrote del ultranacionalismo étnico que a finales del siglo pasado, causo mas de 125.000 muertes en pleno corazón del continente.